El caucho natural es originario del continente americano y se obtiene a partir de un líquido lechoso, conocido como látex, que se encuentra en la savia de diferentes plantas. Una de estas plantas es la especie Hevea brasiliensis, de la familia de las euforbiáceas, conocido como el árbol del caucho o siringa. Este árbol es originario del Amazonas donde existe en abundancia. Esta región sufrió la fiebre del caucho a finales del siglo XIX y principios del XX a medida que la demanda de este material se multiplicó a consecuencia del uso extendido de los vehículos a motor, y de sus neumáticos.

Este hecho desencadenó, asimismo, una ola de avances para crear caucho sintético. La producción de caucho sintético se extendió durante la Segunda Guerra Mundial en Estados Unidos, ya que las potencias del Eje controlaban los limitados suministros mundiales de caucho natural a mediados de 1942. Actualmente la producción de caucho natural se ha desplazado al continente asiático. Indonesia, Malasia, Tailandia, China y la India producen el 90% del caucho natural del planeta.

El caucho es un sustancia que se caracteriza por su elasticidad, repelencia al agua y resistencia eléctrica. Esta versatilidad lo convierte en un material con multitud de posibilidades, ya que ofrece soluciones en campos como la estanqueidad (juntas), la protección (máquinas y procesos), la seguridad (aislamiento eléctrico, fuego y humos) y los suelos (pavimentos industriales).

El uso de planchas y pavimentos de caucho, ya sea natural o sintético, se extiende a sectores tan dispares como el químico, el energético, el alimentario, el siderúrgico, la automoción, la construcción y el medio ambiente, las minas y canteras y los centros deportivos. Las planchas de caucho y silicona están especialmente dirigidos a tareas y trabajos con un nivel alto de abrasión, deterioro de materiales por impactos, desgaste mecánico, erosión o corrosión. Como, por ejemplo, las canteras de arena y grava, siderurgia, fundición, industria metalúrgica, industria cementera y de áridos, plantas de hormigón, aserraderos, industria farmacéutica y alimentaria, agricultura, limpieza de alcantarillados, residuos industriales y mantenimiento de carreteras.

La plancha de caucho natural (NR), gracias a sus propiedades mecánicas, es particularmente apreciada en entornos sometidos a un fuerte desgaste por rozamiento o expuestos de forma constante a impactos o al contacto directo con elementos abrasivos. Posee también excelentes propiedades mecánicas y dinámicas, resiliencia y elasticidad y es flexible a bajas temperaturas. No es aconsejable su uso en contacto con aceites, grasas o hidrocarburos. Resistente a ácidos, bases y sales.

La plancha de caucho SBR es la alternativa al caucho natural. Ofrece buenas propiedades con la ventaja añadida de poder presentar una mayor resistencia a altas temperaturas o al envejecimiento. Por ello su uso es habitual en la industria minera o industrias sometidas a altos grados de abrasión que precisan de materiales longevos y que ofrezcan el máximo rendimiento.

La plancha de EPDM es una de las más versátiles del mercado. Es altamente resistente al envejecimiento pese a su exposición a condiciones externas: vapor de agua, rayos ultravioletas, ozono, salitre o climatología extrema. Este material conserva sus propiedades aún sometida a grandes diferencias de temperaturas. Su uso está muy extendido, sobre todo en el sector de la construcción o en aplicaciones marinas.

La plancha de Butil (IIR) destaca por su excelente impermeabilidad frente a los gases. Esta característica, junto con su flexibilidad y su resistencia a la intemperie, la convierte en un caucho habitual en múltiples aplicaciones industriales. Es también imprescindible para las juntas y protecciones en aquellas industrias químicas donde se presentan altas concentraciones de ácidos minerales y álcalis tales como plantas de fosfatos, fertilizantes, sosa cáustica, etc.

Del Cloropreno (CR), más conocido como Neopreno, destaca una equilibrada combinación de propiedades que la convierte en un caucho multifuncional. Se emplea para construir juntas aislantes y recubrimientos de entornos que estén en contacto con aceites y químicos. Se puede utilizar incluso en aplicaciones exteriores ya que resiste bien los cambios de temperatura, el ozono, los rayos UV y la climatología extrema en general.

La plancha de caucho CSM es reconocida por su excelente resistencia a las condiciones atmosféricas adversas y su capacidad de impermeabilización al agua y a los ácidos. Se usa principalmente la industria de la construcción o en la eléctrica por su capacidad impermeabilizante, pero su uso también es frecuente en juntas y protecciones en equipos de industrias químicas o de automoción.

La plancha de caucho nitrílico (NBR) está formulada para evitar el ataque de aceites o grasa, lo que le permite mantener sus propiedades mecánicas. Soportan el contacto con aceites industriales, hidrocarburos, queroseno o altas temperaturas. Su resistencia a la intemperie, ozono y rayos UV es baja.

La plancha de Vitón es muy apreciada en las aplicaciones industriales más exigentes puesto que es la más resistente a hidrocarburos, ácidos, álcalis e incluso oxidantes y soporta temperaturas de hasta 250ºC sin perder sus propiedades mecánicas. Se emplea en industrias pesadas como refinerías, petrolíferas, acerías o plantas químicas y también en industrias con requerimientos especiales como la alimentaria.

La plancha de silicona es fisiológicamente inerte y esto la ha conducido a una amplia variedad de aplicaciones en el campo de la medicina. Además, se mantiene estable en ambientes extremos; sus propiedades operativas permanecen invariables en un amplio rango de temperatura, lo que la hace útil en gran variedad de aplicaciones industriales como la automoción, la electrónica o la iluminación.

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